Ilustración: Paulina Gaete.
Como concepto, la palabra vulnerable tiene habitualmente una
connotación negativa. Según la RAE, vulnerable
significa “que puede ser herido o recibir lesión, física o moralmente”. La
definición es perfecta. Por lo mismo, las personas siempre estamos tratando de
evitar ser vulnerables y permanentemente buscamos minimizar esas brechas por
donde se puede colar la fatalidad, el sufrimiento o el dolor. Nos protegemos. A
nivel físico y a nivel psicológico. En el plano material, es obvio cómo nos
hemos llegado a obsesionar para que nuestras casas y bienes estén rodeados de
rejas, de alarmas, de alambres de púa, de cercos eléctricos. En cierta forma,
nos sentimos más tranquilos, pero la mala noticia es que en estricto rigor, con
todo eso no evitamos en un cien por ciento que algún malhechor pueda violar
nuestra intimidad, aunque ciertamente –como se escucha tan habitualmente- “le
estamos haciendo mucho más difícil la pega”.
Esa es la perfecta analogía para
entender lo que muchas veces se replica a nivel psicológico. Nos movemos por la
vida llenos de barreras, de censuras, de salidas de emergencia, de mallas
protectoras de las más diversas formas. Cuántas veces, por ejemplo, nos
hemos pillado bajando el portón eléctrico de nuestra boquita de cereza y
evitamos decir lo que sentimos para no “exponernos” demasiado, para no “ponernos
en una situación vulnerable”. Cuántas veces habremos callado o habremos dejado de hacer cosas sólo por miedo,
por inseguridad o porque tememos el juicio que los demás puedan hacer de
nosotros.
En su libro “Daring
Greatly” (perdón por la traducción: “Atreverse enormemente”), Brené Brown Ph.D.
LSMW
(Master en Trabajo Social) y profesora
de la Universidad de Houston, nos cuenta cómo “el coraje de ser vulnerable transforma la forma que vivimos,
que amamos, que educamos y que lideramos”. Brené Brown saltó a la fama luego de
una charla de TED en Houston (el video está más abajo) y en verdad ella nos abre los ojos con
respecto a la forma cómo vivimos la vida.
Como
investigadora, ha dedicado su carrera a recolectar antecedentes que le ayuden a
entender de mejor forma la vergüenza y la vulnerabilidad. La invitación de
Brené Brown es a abrazar la vulnerabilidad y nos aclara que –contrario a la que
se puede pensar en un primer momento- ponerse en una situación vulnerable es
signo inequívoco de valentía. Además, en otro de sus libros, “The Gifts of
imperfection” (“Los regalos de la imperfección”), habla sobre los 3 regalos que
proporciona el mostrarnos tal cual somos: coraje, compasión (por nosotros y por
los demás) y conexión. Y agrega que estas son las 3 herramientas que nos
ayudarán a llevar una vida más plena y con sentido.
De vez en cuando descubro autores e ideas que me inspiran.
Sin duda, Brené Brown ha sido una de ellas. Quizá porque no habla desde la
palestra del académico y de la teoría. Ella misma cuenta su historia y la forma
cómo los resultados de su propia investigación la remecieron y le cambiaron completamente la vida. Dice Brené: “Ser dueño de nuestra historia
puede ser difícil, pero no es tan difícil como pasar nuestras vidas huyendo de
ella. Abrazar nuestra vulnerabilidad es arriesgado, pero no es tan peligroso
como renunciar a entregarse en el amor, la pertenencia y la felicidad- las
experiencias que nos hacen más vulnerables. Sólo cuando somos lo
suficientemente valientes como para explorar nuestra propia oscuridad vamos a
descubrir el poder infinito de nuestra luz".
Sigue leyendo Muna, nosotros te leemos a ti.
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