Pixabay/AdinaVoicu |
Me gusta estar al
tanto de los últimos avances en tecnología. Admiro a los creadores,
desarrolladores y fabricantes que siempre están pensando fuera de la caja, que hacen
posible ir más allá de los límites de lo conocido y son capaces de convertir
conceptos, ideas y sueños en realidades tangibles. Hoy es habitual tener un
teléfono inteligente, pero resulta sorprendente constatar que hasta hace menos
de una década no existían los Iphone (el primero se lanzó en 2007), aunque la
sensación actual es como si toda la vida hubiésemos tenido estos asombrosos artefactos
en nuestras manos.
Pero para
producir nuevas realidades hay que tener valentía, fortaleza, ser fiel al
impulso creativo y tener respeto por la idea que quiere manifestarse. Porque en
el camino hacia la concreción de la misma, habrá obstáculos, resistencias,
tentaciones, inseguridades, cuestionamientos y críticas, muchas críticas. Como
lo que ha sucedido con la iniciativa de sacar el puerto de los audífonos del
Iphone 7. Steve Jobs, lo explicó mucho mejor que yo en una entrevista del año
2010: “A veces cuando eliminamos cosas, como el lector de diskettes en el
primer iMac, la gente nos dice que estamos locos (…) pero tenemos el coraje en
nuestras convicciones para decir 'esto no es parte de lo que hace un gran
producto, lo vamos a sacar' y a algunas personas no les va a gustar (…) pero
vamos a resistir la polémica”.
La capacidad del
ser humano para convertir lo intangible en tangible, para lograr que una idea
se cristalice y para transformar los sueños en realidad, en notable. Y lo más asombroso
es que todos tenemos esa habilidad. La tecnología nos ayuda a recordar –de manera
brutal- que cada uno de nosotros tiene poderes mágicos, que también podemos
hacer aparecer objetos y generar realidades que hasta antes que las
concibiéramos simplemente no estaban en el mapa. Ya sea un gorro de lana, una rica
cazuela o un smartphone. Son todas manifestaciones de magia pura: no existían
hasta que… ¡Abracadabra y… voilà!
No hay comentarios:
Publicar un comentario