miércoles, 5 de octubre de 2016

Magia

Pixabay/AdinaVoicu
Hace poco más de una semana se lanzó el nuevo IPhone 7 exhibiendo una serie de mejoras que, como ocurre cada vez que aparece una nueva generación de este aparato, siempre están rodeadas de gran expectación por parte de la industria tecnológica y de los fanáticos consumidores de todo el mundo. En este caso, las principales novedades tienen que ver con una carcasa resistente al agua, nuevos sistemas de cámara y mejor rendimiento de la batería, entre otros. Pero quizá, la novedad más llamativa y polémica la constituye la erradicación del puerto de entrada de los audífonos, (y el desarrollo de audífonos inalámbricos que se venden por separado), característica que no ha sido fácil de aceptar por el mercado. La drástica medida ha sido cuestionada por algunos que sienten que esta innovación es un poco prematura, que hace falta una explicación contundente por parte de los fabricantes que tomaron tal decisión y que la eliminación del conector “mini Jack” lo único que hará es generar toneladas de basura electrónica, ya que millones de audífonos se volverán obsoletos.

Me gusta estar al tanto de los últimos avances en tecnología. Admiro a los creadores, desarrolladores y fabricantes que siempre están pensando fuera de la caja, que hacen posible ir más allá de los límites de lo conocido y son capaces de convertir conceptos, ideas y sueños en realidades tangibles. Hoy es habitual tener un teléfono inteligente, pero resulta sorprendente constatar que hasta hace menos de una década no existían los Iphone (el primero se lanzó en 2007), aunque la sensación actual es como si toda la vida hubiésemos tenido estos asombrosos artefactos en nuestras manos.

Pero para producir nuevas realidades hay que tener valentía, fortaleza, ser fiel al impulso creativo y tener respeto por la idea que quiere manifestarse. Porque en el camino hacia la concreción de la misma, habrá obstáculos, resistencias, tentaciones, inseguridades, cuestionamientos y críticas, muchas críticas. Como lo que ha sucedido con la iniciativa de sacar el puerto de los audífonos del Iphone 7. Steve Jobs, lo explicó mucho mejor que yo en una entrevista del año 2010: “A veces cuando eliminamos cosas, como el lector de diskettes en el primer iMac, la gente nos dice que estamos locos (…) pero tenemos el coraje en nuestras convicciones para decir 'esto no es parte de lo que hace un gran producto, lo vamos a sacar' y a algunas personas no les va a gustar (…) pero vamos a resistir la polémica”.

La capacidad del ser humano para convertir lo intangible en tangible, para lograr que una idea se cristalice y para transformar los sueños en realidad, en notable. Y lo más asombroso es que todos tenemos esa habilidad. La tecnología nos ayuda a recordar –de manera brutal- que cada uno de nosotros tiene poderes mágicos, que también podemos hacer aparecer objetos y generar realidades que hasta antes que las concibiéramos simplemente no estaban en el mapa. Ya sea un gorro de lana, una rica cazuela o un smartphone. Son todas manifestaciones de magia pura: no existían hasta que… ¡Abracadabra y… voilà!



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